Historia
En la costa oriental de La Española, donde el horizonte se funde con un mar de azules intensos, late la memoria de Cayacoa. Este territorio, cuna del último gran cacicazgo taíno, fue escenario de una cultura vibrante que honraba la naturaleza, la comunidad y el espíritu de sus ancestros. Entre palmas y ríos, el tiempo parecía medirse en ceremonias, relatos orales y la constante armonía entre el hombre y su entorno.