De convento a hotel: siete siglos de historia viva
Este edificio de 1373 fue en sus orígenes el convento San Agustín de Haro, fundado por Clara López de Haro tras la mediación de su padre, Diego, ante Sancho de Castilla. Inicialmente acogió a 10 frailes procedentes del burgalés real monasterio de San Agustín. El convento ostentó enormes extensiones y cuantiosas propiedades, hasta que la desamortización de Mendizábal lo clausuró en 1835. Desde entonces, el edificio ha ejercido las funciones de guarnición militar, hospital, cárcel, teatro y, actualmente, hotel.
La fachada destaca por su sillería y los dos blasones que flanquean el balcón principal. En el interior, el núcleo del conjunto es un claustro renacentista de tres pisos con elevados arcos de medio punto.
Como recuerda una placa en 1809, durante la guerra napoleónica el monumento se transformó en guarnición militar. Posteriormente, en 1811, pasó a ser hospital militar. En 1839, tras la desamortización, ejerció de cárcel municipal —se conservan inscripciones de antiguos presos en las columnas del claustro—; después albergó un teatro y, desde 1989, funciona como hotel.