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BIENVENIDOS AL ÁUREA TOLEDO
El Áurea Toledo nace de la fusión de siete "casas-patio" toledanas que un ambicioso proyecto arquitectónico ha entrelazado para dar vida a un edificio singular, un refugio único en el mismo corazón de la capital manchega.
El legado artístico resplandece en el Áurea Toledo desplegándose en una paleta de arabescos de yeso, techos labrados con una destreza ancestral, arcos originales y excepcionales pinturas murales. Mientras que sus frescos se convierten en ventanas al pasado, abrazando tanto la época musulmana como la cristiana.
Te invitamos a disfrutar de su singularidad a través de este recorrido por los puntos de mayor interés.
GUARDIÁN DEL LEGADO CULTURAL EN LA CIUDAD DE LAS TRES CULTURAS
Estratégicamente ubicado en el laberinto histórico de la ciudad de Toledo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Áurea Toledo se erige a los pies de su majestuosa Catedral. Este privilegiado enclave pertenece al conocido como Barrio de los Canónigos, nomenclatura que se popularizó en el siglo XII cuando los clérigos se establecieron en sus callejuelas atraídos por la vecindad del templo.
Esta construcción original de la Edad Media y ha sido objeto de múltiples reformas y alteraciones a lo largo de su historia para adaptarse a las necesidades de sus muchos ocupantes. Desde la época árabe hasta nuestros días, se han preservado en su restauración elementos de gran valor patrimonial dotando al hotel de una personalidad única. Cada rincón es testigo de la rica historia de Toledo, contada por sus pozos y aljibes, los ricos techos labrados, los ornamentos en yesería y sus bellas pinturas murales que se funden con la decoración del hotel, transportando al visitante a otra época e invitándole a vivir este particular viaje en el tiempo.
Con la construcción del Áurea Toledo se ha contribuido a la recuperación de una parte del casco histórico de la ciudad, conservando y poniendo en valor su carácter único y su legado. Las distintas viviendas anexionadas están incluidas en el Plan Especial del Casco histórico de Toledo, calificadas como “Casas-Patio” y catalogadas como edificios con valor Patrimonial.
El tratamiento aplicado sobre las cubiertas y fachadas se integra perfectamente en el entramado de edificios del casco histórico. Y la singularidad e individualidad de cada una de ellas se subraya a través de los distintos colores de cada una de sus fachadas.
Planta 0 PATIO COBERTIZO
RECUPERACIÓN DE UN PATIO COBERTIZO CON ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS DEL SIGLO XVI QUE
INCLUYEN COLUMNAS DE GRANITO ORIGINALES, MÉNSULAS DE MADERA, POZO CON BROCAL DE
MÁRMOL, ASÍ COMO PINTURA MURAL MUDÉJAR DEL SIGLO XIV.
El conjunto del Áurea Toledo es el resultado de la unión de siete “casas-patio” toledanas.
Una de las características principales de esta tipología de edificios era su construcción entorno a sus
patios. Estos espacios facilitaban la ventilación, regulaban la temperatura ambiental y permitían el
acceso a las diferentes estancias otorgando cierta intimidad a los habitantes del edificio.
En 1509, Juana I de Castilla prohibió los cobertizos en la ciudad por razones de salud. Más tarde, en el
siglo XVI, el corregidor ordenó destruir aquellos que no permitieran el paso de un caballero montado
con la lanza en alto. Los cobertizos, comúnmente construidos en conventos, tenían cruces iluminadas
con candiles, tanto por razones religiosas como para señalizar en las calles oscuras y peligrosas, según
la ordenanza del corregidor.
Al iniciar la rehabilitación, encontramos los edificios derrumbados y el patio en mal estado de
conservación. En la obra de reconstrucción se han mantenido cuatro de los patios originales.
En este primer patio de planta rectangular, destacan dos columnas de granito del siglo XVI con
capiteles jónicos que en la actualidad cumplen una función decorativa. Son de estilo renacentista con
el capitel en orden dórico y el fuste liso. No obstante, originalmente sostenían la estructura de los
aleros y originalmente estaban situadas en la zona norte del patio.
Asimismo, podemos apreciar ménsulas de madera de la misma época, elementos constructivos
destinados a transmitir la carga de las vigas a los pilares y columnas.
En este mismo patio, encontramos un brocal de mármol del siglo XVI y una representación de pintura
mural mudéjar del siglo XIV. La pintura mural presenta una decoración geométrica compuesta por
cubos en tonos grises y negros.
En relación con las jácenas, estas estaban en mal estado debido a la exposición prolongada a la
intemperie, mostrando una alta pudrición y graves faltas materiales.
Las zapatas se mantuvieron mejor conservadas que otros elementos debido a su protección contra los
elementos climáticos, aunque estaban incompletas.
En el muro este, se encontró un fragmento de pintura mural tridimensional monocroma que revelaba
la decoración original, utilizando la técnica de temple de cola animal. La decoración de cubos
tridimensionales, popular durante siglos en paramentos, techos y suelos, especialmente en la época
islámica, se ejemplifica en la Iglesia de San Justo en Toledo.
En la zona norte del patio se descubrió un fragmento de enlucido con decoración geométrica
esgrafiada de mayor antigüedad, datado en el siglo XIII.
Planta 0 HABITACIÓN 002
Pinturas murales islámicas del siglo XI
La Habitación 002 alberga los vestigios islámicos más significativos de Áurea Toledo. Se trata de frescos del siglo XI que reproducen escritura islámica. Estos fragmentos de pintura mural forman parte del alicer de la sala y presentan inscripciones religiosas en árabe. Las letras están policromadas en tonos negro, rojo y azul, y se observan pequeños restos de pan de oro en el fondo.
El fragmento de mayor tamaño conserva el enlucido original, mostrando la representación de un jinete a caballo y algunos edificios que fueron añadidos en una época posterior.
Además, la habitación incluye un arrocabe del siglo XV, tallado en madera de conífera y decorado con motivos geométricos, que presenta policromía en tonos rojizos.
Planta 2 PORTADA DE PIEDRA Y PORTÓN
Portada de piedra del siglo XV con portón de madera del siglo XVI - XVII
Una portada de piedra de granito del siglo XV nos da la bienvenida cuando accedemos al Áurea Toledo. Esta notable pieza exhibe una decoración en el dintel con bolas perimetrales y, en su zona central, solía albergar un escudo de armas que lamentablemente ha desaparecido con el tiempo.
Por otro lado, destaca también el portón de madera, una pieza original de los siglos XVI - XVII. Fabricado con madera de conífera, este portón de doble hoja está ornamentado con tachuelas y revestido con almagra.
Planta 2 ESTRUCTURA ABOVEDADA
Estructura abovedada con hornacinas del siglo XII
Al entrar en el vestíbulo de Áurea Toledo, nos sorprende una bóveda de medio punto con hornacinas que ya está documentada en archivos que datan de los siglos XII y XV. Parece que la cronología de esta estructura se puede rastrear hasta el siglo XII, con modificaciones realizadas en el siglo XV.
Las bóvedas, como formas constructivas, solían emplearse en los niveles inferiores de los inmuebles, a veces parcialmente excavados en la roca, desempeñando un papel crucial como base estructural del edificio. En el momento del inicio de la construcción, estas bóvedas se encontraban parcialmente enterradas.
Planta 2 BÓVEDA
Rosca de la bóveda siglo XIV o XV con pavimento de ladrillo a sardinel siglo XV‐XVI
En el spa encontramos una bóveda que estaba previamente tapiada y parcialmente rellena. En el nivel original del suelo de la bóveda, se halló un pavimento de ladrillo a sardinel que se sitúa entre los siglos XV y XVI. Este ha sido preservado y reubicado.
La rosca de la bóveda de medio punto, posiblemente original del siglo XIV o XV y construida con ladrillo, está unida a la superficie erigida sobre la roca natural. Esta última está actualmente oculta tras un muro construido con bloques de sal del Himalaya retroiluminados.
Planta 2 ALJIBE
Boca de aljibe
Nos encontramos frente a uno de los aljibes que se han reconstruido en el Áurea Toledo. Los aljibes son estructuras subterráneas o semisubterráneas diseñadas para recolectar y almacenar agua de lluvia con el propósito de gestionar su uso diario. El agua solía ser extraída mediante una polea instalada en un brocal que se encontraba en la superficie del patio de la vivienda.
Si bien los aljibes tienen sus raíces en la época romana, en la ciudad de Toledo, su construcción se popularizó principalmente durante la época islámica. Estos depósitos pueden variar en tamaño y pueden ser de propiedad privada o públicos, aunque en Toledo, prácticamente todas las viviendas cuentan con al menos un aljibe de uso exclusivo, que en algunos casos pueden estar interconectados.
La construcción de los aljibes se lleva a cabo utilizando ladrillos y mortero de cal, que luego se reviste con una mezcla de arcilla almagra, cal, arena, pigmentos y resinas o ceras de lentisco. Una vez aplicado este revestimiento, se calienta mediante fuego para lograr una impermeabilización similar a la cocción de cerámica, lo que evita las filtraciones y la contaminación del agua. Sin embargo, los aljibes requerían de un mantenimiento constante.
Planta 2 BÓVEDA
Bóveda. Siglo XII - XIV
En el vestíbulo del Áurea Toledo se encuentra una pequeña bóveda. El muro sur de su estructura data del período islámico, comprendido entre los siglos XII y XIV.
Inicialmente, este espacio era un sótano conectado con el nivel superior mediante una escalera que conducía al zaguán de entrada de una de las siete fincas originales. Actualmente, este punto corresponde al ventanal que se ubica en el restaurante.
Planta 3 PATIO
Recuperación de un patio toledano del siglo XVI con su estructura original, muestras de yesería, columna de mármol y brocal de pozo del siglo XV.
Este patio corresponde a una de las siete fincas que conforman hoy el conjunto del Áurea Toledo. Todos sus elementos han sido reconstruidos para que hoy podamos apreciar el encanto de este espacio, auténtico corazón del inmueble.
El diseño arquitectónico de este patio se remonta al siglo XVI, y se ha conservado cuidadosamente en su estructura original, que incluye pilares con zapatas y vigas. Además, se ha recuperado la característica capa de pintura en tono verde. Este acabado se lograba mediante una mezcla de pigmentos minerales y ceras o resinas que se aplicaban sobre la madera expuesta a las inclemencias del tiempo, lo que proporcionaba protección contra los elementos y las termitas.
Una característica notable es la presencia de yesería en la entrada principal del antiguo salón, decorada con intrincados bajo relieves tallados de lacería. Además, se ha preservado la puerta de madera de conífera del siglo XIX que conduce a este espacio.
En este patio, también se destaca una columna de mármol de estilo jónico que, aunque ha sido reubicada, antes desempeñaba una función estructural al sostener la gran jácena del forjado.
Por último, el conjunto arquitectónico cuenta con un brocal de pozo hexagonal original del siglo XV, elaborado en mármol.
Planta 3 HABITACIÓN 305
Pinturas murales, yesería califal del siglo XI, arcos geminados del siglo y alfarje del siglo XV.
“La habitación de las pinturas murales” debe su nombre a sus excepcionales frescos originales, elaborados por expertos artesanos a lo largo de distintos periodos entre el siglo XV y el siglo XVII.
Los murales se realizaron con una técnica al seco en temple a la cola de animal. Esta técnica consistía en la aplicación de los pigmentos sobre la pared ya seca, encolada previamente usando cola animal caliente para homogeneizar su porosidad de la superficie.
En los frescos fácilmente se distinguen diferentes épocas. Las pinturas más antiguas corresponden a las decoraciones en candelieri, un estilo ornamental que surgió en Italia, en el renacimiento, basada en motivos vegetales. Los tonos negros, grises y blancos, se mezclan junto con los restos de inscripciones en latín en tonos negros y rojos.
El conjunto incluye dos escenas religiosas en las paredes orientados al este y oeste de la habitación, enmarcadas por un arco de medio punto, junto a una hornacina con una concha.
La segunda época, corresponde a la continuación de la representan de un edificio con sus arcos. En cada uno de ellos se plasman distintos paisajes y una escena con cortesanos con dos personajes plácidamente conversando.
La última época, se encuentra en la zona inferior de la habitación que representa una hermosa balaustrada, que encuadra fuentes con aves y frondosos jardines.
Planta 3 RESTAURANTE
Jácenas de madera tallada, columna original del siglo XV, machones ochavados del siglo XIV y boca de aljibe.
El restaurante de Áurea Toledo alberga un conjunto notable de elementos con un valioso legado patrimonial.
Entre estos, destacan las jácenas de madera tallada, que exhiben aún restos de una policromía roja, donde sobresalen sus elaboradas decoraciones geométricas, incluyendo inscripciones en árabe en las dos jácenas de mayor longitud, que originalmente estaban unidas. La tercera jácena presenta un relieve de gran calidad, con una decoración geométrica que enfatiza la zona central mediante un círculo intrincado.
De igual importancia es la columna original de granito del siglo XV, siguiendo el orden dórico, que en tiempos pasados sostenía la carga de un forjado hoy desaparecido.
Una característica única de este espacio son los machones ochavados de estilo gótico originales del siglo XIV que revisten la pared. Esta forma ochavada, típica de la época, no solo encaja con el estilo de la arquitectura, sino que también permitía soportar considerables pesos. Estos machones eran construidos utilizando ladrillo y mortero de cal, materiales económicos que, combinados con la forma ochavada, brindaban altura. Posteriormente, el ladrillo era enlucido con yeso, completando así su estructura y apariencia.
Planta 4 PATIO
Yesería con epigrafía árabe del siglo XIV y decoración vegetal del siglo XIV.
Este patio alberga dos importantes muestras de yesería califal. Por un lado, encontramos una pieza tallada y policromada en tono negro, elaborada en el siglo XIV con la técnica de temple a la cola. Esta pieza presenta epigrafía árabe en la zona superior, haciendo referencia a Alá y al profeta Mohamed, sobre un fondo decorado con estrellas.
Por otro lado, también identificamos otra muestra de yesería del siglo XIV incorporada en un arco de medio punto. El yeso tallado reproduce una exquisita decoración en ataurique vegetal, acompañada de una representación esquemática de dos castillos bajo el alfiz, posiblemente en alusión al reino de Castilla. La policromía predomina en tono negro con delicados detalles en ocre.
Planta 4 HABITACIÓN 419
Arco geminado del siglo XI, dintel ornamentado y vigas policromadas del siglo XV.
La Habitación 419 sobresale por el arco geminado que data del siglo XI y que adorna la estancia. Este arco formaba parte de un salón islámico que, en el siglo XIII, fue dividido por un muro que aún conserva parte de su policromía en tono ocre en el intradós.
Tras la remodelación de este salón islámico, destaca un dintel ornamentado con motivos vegetales entre frases en epigrafía árabe, trazadas en tonos negros y ocres. En las jambas, que sostienen el dintel, aún se conservan vestigios del enlucido original, así como un arco de herradura sin decoración.
Además, son también de relevancia los canes y vigas elaborados en madera de conífera, policromados utilizando la técnica del temple a la cola, y que datan del siglo XV.
Planta 4 SALA ARMORIAL
Pinturas murales, yesería califal del siglo XI, arco geminados del siglo y alfarje del siglo XV.
La Sala Armorial del Áurea Toledo es única y excepcional. En ella podemos disfrutar de un colorido despliegue de pinturas murales, elaboradas mediante la técnica del temple a la cola animal.
En sus paredes distinguimos claramente tres niveles.
En la zona superior de la sala identificamos una cenefa perimetral que entrelaza hojas de parra, seres mitológicos y alegóricos.
En el área intermedia se extiende una reproducción de 62 escudos que representan blasones de distintas familias nobiliarias de origen francés.
Por último, en la zona inferior de la pared se reproducen una consecución de árboles con pájaros en sus ramas. En estas ilustraciones podemos leer la inscripción “fallon bahary pollo” (halcón peregrino) con una representación de la cabeza de un ave. Posiblemente estos frescos aluden a la práctica de la cetrería, una actividad muy popular en esa época.
La presencia de yesería califal y arcos geminados y la distribución del espacio delatan el origen islámico de la sala. Este espacio estaba concebido como sala de recepción en la zona pública del edificio. Sin embargo, a lo largo del tiempo, ha sufrido múltiples alteraciones respecto a su disposición original. En el siglo XIII el salón fue dividido mediante un muro, y su nuevo propietario Eufre Loaysa encargó unas pinturas murales y la instalación de un techo en taujel policromado, reproduciendo lo que parece ser una conmemoración importante donde aparecen reyes con comitiva, monjes, caballeros en batalla, así como las grandes ciencias representadas con un quadrivium.
En el s. XV Juan Pérez de Cabrera, arcediano de la diócesis de Toledo, encarga cubrir estas pinturas con yeso para representar la figura de San Pablo con sus atributos -libro y espada-, realizado con la técnica de grisalla en temple a la cola. Más tarde, ya en el siglo XV hasta el siglo XX el salón sufrió diferentes modificaciones por problemas estructurales, y la sala se dividió mediante un tabique.
Anterior a las pinturas murales de los escudos podemos identificar una muestra de yesería califal del siglo XI que reproducen intrincadas decoraciones vegetales talladas en yeso.
También identificamos unas pinturas del siglo XI ‐ XII en las que se representan leones ejecutados con técnica al temple a la cola animal. Están plasmados en el interior de un arco con un frontal policromado que imita al mármol.
Junto a las pinturas murales encontramos otros elementos de gran valor patrimonial. Entre ellos destaca un arco geminado policromado del siglo X que representa una decoración vegetal en ataurique con un acabado marmoleado en su frontal. En el siglo XIX fue repintado en tono verde el fondo. Esto indica que estuvo a la luz hasta este siglo.
Por último, podemos admirar el alfarje, techo de madera entrelazada, de cinta y saetino en forma de espiga que corresponde al siglo XV. Este se atribuye a Juan Pérez Cabrera, arcediano de la diócesis de Toledo.
Planta 5 HABITACIÓN 518
Pinturas murales elaboradas entre los siglos XVII y XVIII, y arco geminado del siglo XI.
La habitación 518 guarda impresionantes frescos en sus paredes. Estas pinturas murales se dividen en dos partes. La Primera describe unas franjas amarillas y corresponde al siglo XVII, mientras que un segundo fragmento elaborado en el siglo XVIII reproduce unas flores realizadas con técnica al seco y temple de cola. Estas pinturas enmarcan una antigua chimenea.
Además de las pinturas también encontramos un arco geminado del siglo XI perteneciente originariamente a la sala armorial, ya que esta habitación resulta de la prolongación hacia arriba de esta sala que se encuentra en el nivel XX. Estos arcos de herradura están realizados en ladrillo y enlucidos en yeso con parteluz de mármol y cuentan con un capitel con motivos vegetales tallados en yeso.
Planta 5 HABITACIÓN 519
Muro enlucido de yeso original del siglo XII con inscripciones elaboradas entre los siglos XIV y XV.
En la habitación 519 podemos apreciar un muro enlucido de yeso original con una ventana arpillera del siglo XII.
Sobre el enlucido se lee la inscripción ‘londono’. Esta inscripción seguramente es parte incompleta de una frase que ha quedado cortada.
La superficie del enlucido tiene numerosos graffitis incisos de épocas posteriores (siglos XIV-XV) seguramente elaborados con un material graso o betún.
Planta 5 HABITACION SUITE 506
Canes y vigas policromadas del siglo XV.
En la Habitación 506, encontramos vigas policromadas hechas de madera de conífera que datan del siglo XV. La decoración de estilo vegetal se compone de tonos azules, ocres, rojos, blancos y negros, realizados utilizando la técnica del temple a la cola.
Estas hermosas vigas formaban parte de un alfarje que originalmente estaba situado en una de las siete fincas originales.
Planta 5 HABITACION SUITE 515
Jaldetas con tabicas del siglo XV.
La Habitación 515 resguarda unas jaldetas rojas con tabicas originales del siglo XV. Estas piezas están confeccionadas en madera de conífera, policromadas en un tono rojo característico.
Las tabicas presentan el escudo de Juan Pérez Cabrera, quien fuera arcediano de la diócesis de Toledo. Este escudo se encuentra enmarcado por laureles y se destaca sobre un fondo amarillo dorado.