Te invitamos a disfrutar de su singularidad a través de una audioguía que recorre los puntos de mayor interés localizados en el plano del edificio.
Te invitamos a disfrutar de su singularidad a través de una audioguía que recorre los puntos de mayor interés localizados en el plano del edificio.
Planta baja
Piso superior
-
FachadaLos comienzos del siglo XIX, marcarán el rumbo de los próximos años con acontecimientos como la guerra de la Independencia y la elaboración de la Constitución de 1812. Estos cambios políticos, con una gran repercusión futura, afectaron sobremanera a los sectores económico y social, acompañados de movimientos regeneradores en la literatura, la filosofía, la pintura y la música, y la arquitectura.
La arquitectura evoluciona de forma sorprendente. Nos encontramos con un cambio de fisonomía basado en la diferenciación funcional de las casas, componiéndose de una sucesión tanto vertical como horizontal de elementos iguales: -balcones y ventanas–, sobre un cuerpo basamental formado por la planta baja, entresuelo, planta noble y alta del servicio.
En la fachada de la Casa Palacio de Veedor observamos como los balcones, tanto en su versión abierta, como en su versión cerrada denominada cierro, ayudan a que la altura del edificio no resulte tan exagerada en comparación con la estrechez de las calles. Si alzamos la mirada podemos ver como la decoración se distribuye uniformemente por toda la fachada: cornisas, guardapolvos, dinteles y balcones en los que se aprecian bellas formas vegetales y ondulantes. -
Patio PrincipalEl estilo propio de época napoleónica de finales de siglo XVII se deja ver en la planta baja y en la decoración de la planta noble.
Al acceder a la Casa Palacio, la entrada, la casapuerta y la escalera crean una secuencia de espacios intermedios, como transición entre el espacio público y el privado.
Te invitamos a ascender por la escalera principal y alzar la mirada para gozar de las decoraciones florales de la planta noble.
La planta Noble, ubicada sobre la Planta Baja del edificio, fue el piso principal de la residencia. Este piso alojaba los dormitorios principales y las habitaciones de recepción del edificio, como son el Salón Rojo, el salón de fumadores y el comedor de los espejos. Esta última destinada a servir de comedor de la casa palacio, con una decoración de espejos y estucados de mármol en las paredes. -
Montera CristaladaSi alzas la vista desde el patio principal, podrás observar una de las monteras más preciadas de la ciudad de Cádiz, construida a finales de siglo XIX.
La montera es una cubierta acristalada que remata el patio principal de la Casa Palacio para conseguir una doble función: permitir la entrada de luz natural y aislar del exterior.
El uso de materiales como el vidrio y el hierro son representativos de la aparición de las corrientes renovadoras surgidas en la sociedad industrial. Estas nuevas formas constructivas son de gran ligereza y se oponen radicalmente a las tradicionales, más sólidas y macizas. La decoración es escasa, jugando únicamente con la presencia del azul marino, color con el que se busca resaltar la simplicidad de las formas. -
Torre MiradorSi te diriges a la terraza superior encontrarás la torre mirador. Un elemento arquitectónico de tres cuerpos de altura que se erige como una de las más altas de la ciudad.
Las torres mirador son uno de los elementos más característicos de la arquitectura gaditana y definen el perfil de la ciudad, mostrando como ésta se vincula con la vida y el negocio proveniente del mar.
Las torres miradores gaditanas estaban pensadas para ver y ser vistas. Desde su cúspide se izaban banderas que servían para comunicarse con los buques que entraban y salían por el puerto. Y así fue como, en el S.XVIII, se convirtieron en símbolo de prestigio para unos comerciantes que compitieron por hacer de su torre la más vistosa y espectacular, con ornamentaciones de todo tipo.
Y a pesar de que los siglos han pasado, las torres mirador siguen coronando Cádiz y nos recuerdan el pasado glorioso desde el que se vislumbraban las puertas a un nuevo mundo. -
Pozo de la JaraSi cruzas el interior del jardín, podrás llegar al pozo de la Jara, que toma el nombre de su anterior ubicación “Campo de la Jara”, punto principal de suministro de agua de la ciudad. Se trata de un pozo de tiro rectangular.
La Bahía de Cádiz se convirtió en el siglo XVIII en la primera aglomeración urbana española. Este hecho implicaba la necesidad de abastecerse de agua, puesto que existían unas condiciones geográficas que dificultaban el acceso a su suministro.
Esta situación era especialmente crítica en el caso de Cádiz, puesto que únicamente tenía un pozo de agua potable, el pozo de la Jara, situado en la plaza de San Antonio. Desde la época romana se conservan escritos de la importancia de este pozo; incluso existen testimonios de que la flota de Indias prefería abastecerse del agua del pozo de la Jara por su finura.
Pronto, éste único punto de suministro fue insuficiente y ya en época romana se procedió a la construcción de un acueducto que transportaba el agua desde la Sierra de las Cabras, concretamente desde el manantial del Tempul en Jerez de la Frontera, hasta la ciudad.